La continuidad del genocidio de estado

COMUNICADO DE PRENSA DE LA REGIONAL H.I.J.O.S. ESCOBAR CAMPANA ZARATE


Con profundo dolor informamos que el día 4 de julio, nuestro compañero Hernán Emilio Calogerópulos, decidió quitarse la vida. Nació el 17 de agosto de 1974 en la ciudad de Campana, tenía 40 años y era el padre de tres hermosas niñas, participaba de la Murga Carumbé.

Nacho, le decían quienes lo amaban profundamente, hijo de Ramón Demetrio Calogerópulos, desaparecido el 13 de Septiembre de 1976 por la Dictadura Cívico- Militar de 1976, obrero de la empresa Dalmine Siderca; y de Nora Samudio, quien falleció de un cáncer fulminante hace 6 años.

A Nacho le dolía la vida, le dolían tantos años de ausencia, esa figura saqueada por la Dictadura Cívico Militar. Sufría por que en la ciudad de Campana, con sus miradas sectarias, discriminatorias y prejuiciosas, seguía siendo señalado como el hijo de Desaparecido. A Nacho, lo lastimaba no tener un trabajo como lo posee cualquiera. Con su oficio de soldador monto una carpintería metálica, que lo ayudaba a sobrevivir. El aspiraba a un trabajo, de esos que dignifican al hombre, que lo hacen parte de una sociedad. Las marcas permanentes por ser hijo de desaparecido, las puertas cerradas siempre. No solo se presentaban en el, se refleja en todos los hijos del interior de este País, aunque la ciudad de Campana, este tan cerca de donde atiende Dios.

Hernan Emilio Calogeropulos, era querellante junto a su hermano mayor, Adrian Calogerópulos en la Causa Nº 4012, Caso AREA 400, que se instruye en el Juzgado Federal de San Martin, a cargo de la Juez Vence, con el patrocinio del abogado de querellas particulares Pablo Llonto. Nacho, esperó Justicia por su padre; no la encontró, no la vio. No vio a los responsables en el banquillo, mucho menos con una condena.

Nacho es una Víctima Atemporal de la Dictadura, que sigue cobrando mártires; esto nos hace pensar que estamos frente a una dimensión inadvertida del daño que aún sigue provocando aquel Genocidio de Estado. Ya hemos resistido la perdida de los compañeros HIJOS Virginia Ogando, el 11 de agosto de 2011, buscaba su hermano apropiado por la dictadura; Pablo Atanasui en abril de 2015. Este ultimo un HIJO, nieto recuperado nº 109.

Tanto Virginia, como Pablo están en el registro y la memoria de todas y todos; como lo estará Hernán Emilio Calogerópulos, “Registros de hijos donde la vida, era un dolor insuperable”. Pero nos preguntamos, cuántos hijos hay que desconocemos que se han suicidado, que se han fallecido por alguna afección terminal, provocada por el sufrimiento?

Es necesario reformular acciones, haciendo una prevención real en todo el territorio Argentino. Es inminente la conformación de un padrón donde figuren TODAS las víctimas (HIJOS, ESPOSAS, ESPOSOS, SOBREVIVIENTES) en qué situación psiquicológica/ psiquiátrica están, cuales son las condiciones de vivienda, trabajo, acceso a la salud, etc., etc. Permitiendo dimensionar la situación en la que viven los que han sobrevivido directamente a la Dictadura Cívico Militar.

Recordaremos a nuestro compañero Hernan Emilio Calogerópulos, lo lloramos por que entendemos que no estarás mas entre nosotros; pero tu risa retumbara permanentemente en nuestra Memoria. El recuerdo de tus abrazos estarán perpetuados en nuestros cuerpos.

A Nacho le dolía la vida, a nosotros nos dolerá la vida sin Él.

NUNCA MAS; NI UNA VÍCTIMA MAS!!!

Regional H.I.J.O.S.

Escobar Campana Zarate

30.000 PRESENTES SIEMPRE!!!

NUNCA MAS!!!

JUICIO y CASTIGO!!!

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La continuidad del genocidio: se suicida otro hijo de desaparecidos

El comunicado de la Regional Escobar-Campana-Zárate de HIJOS emociona y obliga a la reflexión. ¿Fueron solamente los militares los que fagocitaron 30 mil argentinos, o fue en gran medida esta sociedad, influida y muchas veces educada por un catolicismo falangista? El Papa Francisco, que acaba de condenar duramente a los neoesclavistas en Bolivia, ¿no debería hablarle duramente a una sociedad que se siente “blanca” y discrimina a los que lucharon por la igualdad e incluso a sus hijos?

Si usted no destila odio fascista, si es padre, esposo o hijo o todas esas cosas a la vez, no puede menos de conmoverse hasta las lágrimas ante este muchacho Hernán Emilio Calogerópolus,  cuyo padre Ramón Demetrio Calogerópolus desapareció para siempre el 13 de setiembre de 1976 y esa ausencia, esa tragedia, en vez de convocar a la solidaridad de los vecinos de Campana, lo hizo blanco de “sus miradas sectarias, discriminatorias y prejuiciosas”, por ser hijo de desaparecido, como si esa carencia filial fuera un estigma y no una gigantesca desgracia.

¿Dónde está el cristianismo de quienes con su agresión y desprecio lo llevaron al suicidio?

¿Dónde estaba el cristianismo de los 400 mil habitantes de Escobar que votaron por el torturador Luis Abelardo Patti en 2005?

¿Qué clase de cristianismo practican esos lectores de Perfil, que siguen condenando al suicida post mortem, en un odio que no se detiene a pensar en el otro ni siquiera un segundo?

Ahí van unos pocos ejemplos ilustrativos:

Carlos
10-07-2015 | 12:18
estos kids for the liberation lo que quieren es que el estado los imdemnice con guita para vivir sin laburar y usan estosa casos como excusa qa.Que me pewrdone la faqmilia del mueryto pero Hijos son chorros como bonafano y carlorto

Alicia
10-07-2015 | 12:41
Pobre joven. Enterarse que sus padres fueron asesinos crueles y sin misericordia. Es una carga muy pesada para soportar.

Carlos
09-07-2015 | 11:38
cortenla con el "relato" de los pobres desaparecidos...tenia un taller metalurgico, que, acaso eso no es digno? se mato porque no tenia b.o.l.a.s para enfrentar la vida.

Orlando Agustín
09-07-2015 | 10:32
"Cada suicidio es un sublime poema de melancolía" Honorato de Balzac. Pero además de cobrar una fortuna por indemnización ante la desaparición de padres criminales terroristas, lo enfrentaron con los que lo criaron y educaron.

Dora
09-07-2015 | 10:13
Y quien le dijo a este hombre que el trabajo honrado en un taller metalurgico no es digno?

Andrea
09-07-2015 | 08:42
El tipo se suicida y sobre su cuerpo todavía no enterrado las "orgas" cuentan el "relato" y hacen política. Rodeado de esa gente cómo no se iba a desesperar.

Nora
09-07-2015 | 07:55
tal vez se sintió discriminado porque no pudo tener un empleo público de ñoqui, de esos con los que acostumbran premiar a los hijos y nietos de desaparecidos, y como se vió obligado a trabajar se suicidó

Este odio, aunque no empuñe un arma, mata. Ese lenguaje precede a las ametralladoras. El comunicado de HIJOS nos recuerda que Calogerópolus “es una víctima atemporal de la Dictadura, que sigue cobrando mártires. Esto nos hace pensar que estamos frente a una dimensión inadvertida del daño que aún sigue provocando aquel Genocidio de Estado. Ya hemos resistido la pérdida de los compañeros HIJOS Virginia Ogando, el 11 de agosto de 2011,buscaba a su hemano apropiado po la dictadura; Pablo Atanasui en abril de 2015. Este último un HIJO, nieto recuperado 109”.

Aquí se comprueba el gravísimo daño que algunos dirigentes de las organizaciones humanitarias le hicieron a sus propios representados al embanderarse con el gobierno. Esas defecciones propician el revanchismo de quienes –lo admitan o no- son nostálgicos de la dictadura.

Miguel Bonasso

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