Denuncia contra militares y Jefe Mayor del Ejército

Repercusiones en el exterior. Nota de la Agencia italiana ANSA

BUENOS AIRES, 9 de mayo de 2015

Teniente General César Milani
Alrededor de seis mil oficiales y suboficiales de las Fuerzas Armadas de Argentina se incorporaron al Ejército, la Armada y la Aviación de combate, durante la dictadura militar (1976-1983), se denunció durante la presentación del último ensayo del periodista, escritor y ex diputado nacional Miguel Bonasso. Durante la presentación, en la actual Feria del Libro Internacional de Buenos Aires, Graciela Ledo, hermana de un soldado secuestrado y desaparecido durante la dictadura, acusó al actual jefe del Estado Mayor del Ejército, Cesar Milani, de ser el responsable directo de ese crimen. El Ejército Argentino en la actualidad incluye a 3.381 oficiales y suboficiales que ingresaron en sus filas a partir de 1976, cuando se instaló en el país el régimen militar que cometió miles de crímenes de Lesa Humanidad.

 A su vez, la Armada alista a 543 oficiales y la Fuerza Aérea a 600 oficiales y 1.700 suboficiales, aseguró la abogada de Derechos Humanos y diputada de izquierda Myriam Bregman, citando como fuente un pedido de informes respondido el año pasado por el ex Jefe de Gabinete, Jorge Capitanich. No necesariamente todos los oficiales y suboficiales participaron de la represión ilegal, pero Bonasso recordó que por lo menos en el caso de la Armada, el ex almirante Eduardo Massera "exigía de todos una prueba de sangre" a modo de compromiso y complicidad sobre los asesinatos cometidos en el ex centro de detención ilegal ESMA. 

Bonasso en su ensayo "Lo que no dije en Recuerdo de la muerte", publicado en diciembre pasado, denunció al entonces jefe de los servicios de inteligencia, Jaime Stiusso, quien actualmente se encuentra prófugo supuestamente en Estados Unidos, mientras la justicia argentina reclama su comparecencia por la extraña muerte del ex fiscal Alberto Nisman, a quien supuestamente había convencido sobre un presunto complot en favor de Irán en el que involucró a la presidenta Cristina Fernández. "Con Stiusso no termina la lucha de los servicios de inteligencia. El general Milani -que proviene del área de inteligencia- tiene 1.500 agentes y un presupuesto de 500 millones de pesos (alrededor de 50 millones de dólares) anuales", aseguró Bonasso. Bonasso y Bregman también denunciaron la existencia de un plan de espionaje de la Gendarmería Argentina a partir de 2012 "contra los trabajadores, sindicalistas y organizaciones populares con la excusa de que la crisis económica mundial también estallaría en Argentina". 

La Gendarmería debió admitir la existencia del denominado "Proyecto X" de espionaje, cuando las pericias ordenadas por la justicia detectaron en sus computadoras la existencia de miles de informes sobre organizaciones sociales, estudiantiles, barriales, sindicales y políticas. Graciela Ledo, participante en la presentación del ensayo de Bonasso, aseguró que "estoy convencida que Milani mató a mi hermano", en la provincia de Tucumán, 1.250 kilómetros al norte de Buenos Aires, en junio de 1976, mientras participaba de los operativos militares contra la guerrilla rural. Ledo, de 20 años, estudiante universitario y militante de la Juventud Peronista, era asistente de Milani cuando, supuestamente, desertó a las filas del Ejército, aunque la justicia investiga ahora el presunto asesinato, a pedido de su hermana y de su madre, fundadora de Madres de Plaza de Mayo en La Rioja, 1.151 kilómetros al noroeste de Buenos Aires. Asimismo, Ledo aseguró durante la presentación que "el general Milani intentó sobornarme a través de un periodista" de un semanario nacional, para que desistiera de proseguir con la denuncia ante la justicia. (ANSA).

AEF-ADG/MRZ 09/05/2015 18:26 © Copyright ANSA.

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