Dice Pablo Gandolfo en su Facebook: A
raíz de una disputa con Miguel Bonasso, Rafeal Bielsa, acusa al
periodista de acróbata e intenta aparecer como muy progresista. En 2005,
como canciller de la Argentina, escribió una columna en Clarin, donde
defendía que un Alca con principios puede tener buen final.
Lunes |
02.05.2005
DEBATE
Un ALCA con principios puede tener buen final
El Gobierno alienta un acuerdo que satisfaga, en cuanto a acceso a mercados, los intereses de los exportadores argentinos.
Rafael Bielsa. Ministro de Relaciones Exteriores.
Es apropiado declarar que el ALCA ha muerto? Aunque hayan transcurrido cinco meses de la fecha en la cual habría debido entrar en vigor, sin que el evento se haya verificado, la respuesta es que no. En realidad, lo más correcto sería señalar que "depende" de la voluntad negociadora de algunas partes.
Es cierto que los pasos necesarios para avanzar con un acuerdo están "congelados". Pero no para la Argentina, en la exacta medida en que logre mejorar sus posiciones comerciales.
Los mercados de los 34 países de un potencial ALCA son el destino de más del 50 por ciento de las exportaciones argentinas. Desde esos mismos países proviene el 60 por ciento de las importaciones. Por tanto, esta condición del hemisferio de ser nuestro principal socio comercial hace que el Gobierno argentino —y los países del Mercosur— no tomen la cuestión a la ligera.
De nuestra parte, existe un compromiso y un interés permanente en avanzar en ésta (y en otras) negociación(es), para lograr mejoras sustantivas en las condiciones de acceso a los mercados.
En rigor, de lo que se trata es de no llevar a la arena comercial una postura artificialmente ideológica. Esta Administración trabaja duro en la defensa de los intereses concretos de los argentinos. Se trata, esencialmente, de un concepto de la responsabilidad de gobierno. Esto es, velar por la prosperidad de nuestros compatriotas. Y eso es lo que guía la actitud negociadora de la Argentina y, correlativamente, del Mercosur.
¿Significa esto apartarse de lo que se ha dicho y de los límites hasta los cuales se ha llegado? De ninguna manera. Pero sucede que el ALCA implica la integración comercial de países con niveles de desarrollo, dimensiones económicas e ingresos muy diversos. Resulta difícil distribuir apropiadamente costos y beneficios en un proceso de tal complejidad. Se necesita reforzar los mecanismos de convergencia, evitando la evolución del proceso hacia escenarios confrontativos y frenando proyectos hegemónicos.
La heterogeneidad y la asimetría no pueden ser obviadas, pero tampoco pueden detener el proceso. El ALCA no es el fin, sino el instrumento, una mera herramienta. El objetivo es colaborar con el desarrollo económico-comercial de los países del área, usando el ALCA como alternativa, evitando que interfiera en la marcha de los fenómenos de integración ya existentes.
El ALCA ha fracasado hasta el momento por el desequilibrio en las negociaciones. Pero tampoco existe ningún impedimento o condicionamiento a priori que nos imposibilite avanzar en el ALCA, como no sea el aludido desequilibrio. Estamos preparados para progresar en las negociaciones, al igual que con las demás, como con la Unión Europea, siempre que se las aborde con un enfoque equitativo. Ni ideología de living, de un lado, ni avidez señorial del otro.
Insisto: sería un error de novato plantear la negociación del ALCA desde los prejuicios ideológicos, abandonando los principios elementales de la discusión comercial, donde el diálogo en un punto puede reducirse a: "¿le conviene a la globalidad de los habitantes de nuestros países o no?"
Se trata de mejorar sustancialmente el acceso a los mercados del hemisferio para los productos de la oferta exportable argentina. Es llamativo que los mismos objetivos han logrado plasmarse exitosamente en las negociaciones con la Comunidad Andina de Naciones, la India o Sudáfrica y en el inicio de negociaciones de libre comercio con Canadá, el Sistema de Integración Centroamericana, la CARICOM y México.
La dinámica que las negociaciones comerciales han adquirido en los últimos años demuestra la posibilidad de la defensa de los intereses de cada país en contextos aparentemente adversos y crecientemente diversos. Existen corredores por donde transitar en la senda de los acuerdos. Claro que con condiciones de conveniencia para todas las partes.
En la visión de la Argentina, posición que el Gobierno ha mantenido con el Mercosur y en todos los foros internacionales, el ALCA deberá conducir, cuando se concrete, a un mejor acceso para la producción agrícola, industrial y de servicios.
Por las limitaciones de uno y otro lado de la mesa no será viable ni productivo alcanzar los objetivos que se lanzaron en los inicios del proceso. El mundo ha cambiado, los países también, al igual que las premisas que dominaban la economía global hace una década. Pero esta realidad no debería impedir un acuerdo equilibrado con mejoras sustantivas en los puntos de interés para nuestro país y nuestro bloque.
Los procesos de integración, como cualquier proceso histórico, tienen etapas. La idea de la integración hemisférica es tan antigua casi como el proceso mismo de Independencia. Habrá, como en otras oportunidades, objetivos posibles, sutilezas invisibles, sacrificios necesarios y el lento transcurrir de la Historia. Es que la dinámica de la negociación multilateral en materia comercial tiene poco de épico. Este hecho puede abordarse de varias maneras, pero hacerlo desde la comodidad del análisis político de café amenaza con ser poco práctico.
Es probable que nos encontremos en una etapa refractiva del ALCA, pero el fenómeno sigue constituyendo el desafío de esta hora. Un desafío siempre incluye riesgos y una fuerte incertidumbre sobre el resultado final.
Ni la autarquía aislacionista ni la integración automática sirven frente al tamaño del ALCA, iniciativa que es, también, todo el tiempo, una oportunidad. Así, seríamos como aquellos hombres referidos por Borges en "Los Conjurados": "hombres de diversas estirpes que han tomado la extraña resolución de ser razonables, resueltos a olvidar sus diferencias y acentuar sus afinidades (...) que mañana serán todo el planeta. Acaso lo que digo no es verdadero, ojalá sea profético".
Seguimos teniendo interés en un acuerdo que satisfaga, en término de acceso a mercados, los intereses de los exportadores argentinos. ¿Es posible ser más francos?
Enlace: http://edant.clarin.com/diario/2005/05/02/opinion/o-01901.htmhttp://edant.clarin.com/diario/2005/05/02/opinion/o-01901.htm
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Y acá otra nota donde se aprecian las piruetas del ex-canciller:
LAS RELACIONES CON WASHINGTON
Bielsa: "El encuentro entre Kirchner y Bush cierra la primera etapa de la política exterior del Gobierno"
El canciller Rafael Bielsa afirmó hoy que con el viaje del presidente Néstor Kirchner a Estados Unidos "culmina la primera etapa de la política exterior del nuevo Gobierno" y afirmó que "la intención" de la Argentina es "acelerar los tiempos" para la integración al ALCA prevista para 2005.
En este sentido, Bielsa precisó que las prioridades de la Argentina en la relación bilateral son negociar "un sistema de preferencias generalizadas para incluir nuevos productos argentinos para que entren al mercado norteamericano con arancel especial".
Destacó también "la negociación, en el marco del Mercosur, de un acuerdo con el ALCA”, y adelantó que para ello “hay una fecha expectativa para el cierre que es el 2005” pero que existe una “intención de acelerar estos tiempos".
Por su parte, el embajador argentino en los EE.UU., José Octavio Bordón, consideró que los ejes del encuentro pasarán por "la confianza, el conocimiento y la apertura".
"No espero temas puntuales si no un clima global de entendimiento, entre los cuales el tema económico, a 30 días del cierre de las negociaciones con el FMI obviamente estará presente", agregó el embajador.
La cita presidencial tendrá lugar el próximo miércoles en la Casa Blanca, en Washington, y será la primera vez que estos mandatarios se encuentren, aunque ya han hablado telefónicamente.
Enlace: http://edant.clarin.com/diario/2003/07/19/um/m-591796.htm
