ARGENTINA El jefe de los espías, Héctor Icazuriaga, y su número dos, Francisco Larcher, han dimitido
Cristina Kirchner descabeza la central de espías
Foto: Álvaro Jiménez |
El descabezamiento de la central de los espías parece guardar alguna
vinculación con dos escándalos recientes: primero, la denuncia del
periodista y escritor Miguel Bonasso sobre presuntas amenazas por parte
de la SI. En un libro de investigación, Bonasso había vinculado a la
secretaría de inteligencia y, sobre todo, a uno de sus jefes, Antonio
Stiusso, alias "Jaime", con el tráfico de drogas y la explotación sexual de mujeres.
Y el segundo escándalo, la muerte a tiros en su casa de uno de los agentes más antiguos de la SI, Pedro Viale, alias "El lauchón", por agentes de la policía bonaerense en un confuso suceso nunca esclarecido. "El lauchón" era un habitual de las whiskerías de Buenos Aires y, según Bonasso, supuestamente estaba vinculado al también ex agente de la SI y presunto dueño de locales 'puticlubs' en la capital argentina y Cancún, Raúl Luis Martins.
Tendría quince locales en Cancún y Buenos Aires. El diario porteño "Página 12" le atribuyó en México The One, en el bulevar Kukulcan km 9, Party Center, de la zona hotelera de Cancún, más los locales Divas, Ellegance, Maxims (playa del Carmen) y Mix Sky Lounge.
En Buenos Aires, supuestamente regentearía un puticlub también bautizado The One, más otros denominados Rouge, Brut, New Manhattan, Fama, Hot Area, Top Secret, Oba Oba, Apart Hotel y Swinger Club Anchorena. La denuncia penal contra este 'empresario' fue realizada por su hija menor, Lorena Cristina Martins, que vivía en España con su madre, pues el matrimonio llevaba años separado, y viajó a México donde se ganó la confianza de su padre consiguiendo infiltrarse en sus negocios.
"Cuando las chicas se retiran del prostíbulo, primero tiene que entregar la mitad de lo que cobraron (...) a veces las multan por rechazar a algún cliente (...) las hacen salir en modo obligado con tarifa total por 3 mil pesos (160 euros) con los narcos con que los quieren quedar bien", señaló.
También denunció la joven que, en Buenos Aires, las comisarías de la Policía Federal supuestamente cobran cada una 35 mil pesos mensuales (7 mil euros) por protección a los prostíbulos, así como otro tanto harían los inspectores del Gobierno de la Ciudad (alcaldía) a cambio de la vista gorda y no clausurarlos.
Y el segundo escándalo, la muerte a tiros en su casa de uno de los agentes más antiguos de la SI, Pedro Viale, alias "El lauchón", por agentes de la policía bonaerense en un confuso suceso nunca esclarecido. "El lauchón" era un habitual de las whiskerías de Buenos Aires y, según Bonasso, supuestamente estaba vinculado al también ex agente de la SI y presunto dueño de locales 'puticlubs' en la capital argentina y Cancún, Raúl Luis Martins.
Tendría quince locales en Cancún y Buenos Aires. El diario porteño "Página 12" le atribuyó en México The One, en el bulevar Kukulcan km 9, Party Center, de la zona hotelera de Cancún, más los locales Divas, Ellegance, Maxims (playa del Carmen) y Mix Sky Lounge.
En Buenos Aires, supuestamente regentearía un puticlub también bautizado The One, más otros denominados Rouge, Brut, New Manhattan, Fama, Hot Area, Top Secret, Oba Oba, Apart Hotel y Swinger Club Anchorena. La denuncia penal contra este 'empresario' fue realizada por su hija menor, Lorena Cristina Martins, que vivía en España con su madre, pues el matrimonio llevaba años separado, y viajó a México donde se ganó la confianza de su padre consiguiendo infiltrarse en sus negocios.
"Cuando las chicas se retiran del prostíbulo, primero tiene que entregar la mitad de lo que cobraron (...) a veces las multan por rechazar a algún cliente (...) las hacen salir en modo obligado con tarifa total por 3 mil pesos (160 euros) con los narcos con que los quieren quedar bien", señaló.
También denunció la joven que, en Buenos Aires, las comisarías de la Policía Federal supuestamente cobran cada una 35 mil pesos mensuales (7 mil euros) por protección a los prostíbulos, así como otro tanto harían los inspectores del Gobierno de la Ciudad (alcaldía) a cambio de la vista gorda y no clausurarlos.