Aparentemente el nuevo Secretario, el doctor Oscar Parrilli, que no contestó aún el llamado que le hice para confirmar o desmentir la salida de Stiusso, dedicó buena parte de la tarde a supervisar el arreglo del aire acondicionado de su despacho, en el quinto piso de la Secretaría.
El Señor Cinco quiere estar fresco para no equivocarse con un sujeto muy peligroso, dueño de una videoteca valuada en millones de dólares.
